Otra categoría de objetos fascinantes son las minas. En su acepción moderna, son cargas de pequeño o mediano tamaño que se entierran o camuflan en el terreno y estallan al paso de tropas o vehículos.
En la actualidad está prohibido su uso debido a que una vez terminado el conflicto quedan grandes extensiones de terreno intransitables durante décadas. Al aparecer los detectores de metales, como contramedida empezaron a hacerse de cristal, cemento, madera o plástico reduciendo al mínimo posible las partes susceptibles de ser detectadas.
Se dividen en varios tipos:
- Antipersona: cargas de pequeño tamaño que explotan por presión. Modernamente no tienen portencia suficiente
para matar, pero sí para amputar pies o piernas provocando heridos que son más gravosos que los muertos.
- De Salto: variante de mina antipersona en la que una pequeña carga las hace saltar hasta una altura tal -1 a 1.5 metros-que la explosión principal
esparce la metralla con mayor eficiencia.
- Anticarro: cargas muy grandes capaces de, al menos, romper las orugas de un tanque inmovilizándolo
o destruir un vehículo de porte menor. Generalmente se activan mediante presiones importantes.
- Trampas: minas, granadas, cargas de demolición o similares que explotan al tocar un extremo camuflado de la espoleta, o mover un cable disimulado a lo ancho del camino o manualmente. |