Las minas de salto son una categoría aparte dentro de las minas antipersona.
Al activarse se produce una pequeña explosión que hace que la mina vuele. Bien mediante un pequeño retardo, bien mediante un cable anclado a algo sólido, cuando la mina ha alcanzado la altura a la que puede causar más daños -entre 1 y 2 metros- explota la carga principal produciendo gran cantidad de metralla.
La española Expal (Explosivos Alaveses SA) fabricó la mina de salto antipersonal PS-1. Tiene el cuerpo de fundición de acero con profundos entalles para facilitar la fragmentación.
Se instala como una bomba-trampa: se ata un cable o cordel al pasador de disparo por su parte curva y a algún objeto fijo. Luego se desenrosca la tuerca del seguro y cuando alguien tropieza con el cable extrae el pasador de disparo. Al hacerlo, el percutor queda libre y por la fuerza del muelle impacta en la cápsula y se produce la explosión de salto.
Posteriormente produjeron la Expal PS-1A, que es de funcionamiento idéntico pero con el cuerpo de chapa lisa y gran cantidad de trozos de acero entre la cubierta y la carga para producir más metralla y más uniformemente distribuida. Este modelo se exportó a diversos países, entre ellos Argentina.
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