Los morteros sistema Valero modelo 1932 (50mm) y 1933 (81mm) fueron declarados reglamentarios en el ejército español.

Durante toda la guerra civil, ambos bandos los utilizaron prolijamente.

La peculiaridad del sistema Valero es su seguro. Puede transportarse la granada cargada y con la espoleta puesta sin ningún riesgo.

La contrapartida de esta elevada seguridad es el costo. La espoleta es demasiado compleja y cara de mecanizar, por lo que a medida que avanzaba la guerra se simplificó su construcción suprimiendose. Las granadas sistema Valero Reformado se modificaron para admitir una espoleta ordinaria (Syliva, Stoker, Valencia...), se eliminaron los suplementos de latón remachados en las aletas, el aro de forzamiento de latón, con el cuerpo de una pieza en lugar de dos roscadas...

Junto a estas líneas, dos imagenes mostrando el funcionamiento de la espoleta Valero. Copiadas de la web de AMONIO.ES

La inercia del disparo hace que la aguja (color verde en el gráfico) se desplace hacia atras unos milímetros contra la fuerza de un muelle. Al desplazarse, un pequeño muelle del tapón (amarillo) empuja hacia fuera dos medias cañas de latón (rojo) que chocan contra el tubo que contiene el mecanismo (naranja) En esta posición, la aguja no puede retroceder y asoma por la parte inferior (dibujo de la derecha).

La segunda parte del mecanismo está dentro del mismo tubo pero en el lado opuesto de la granada. Un pasador transversal (rojo) mantiene cautiva una carcasa de latón con el pistón y multiplicador (verde) Este pasador tiene un muelle que lo obliga a salir pero está bloqueado por un tapón perforado cubierto con una galleta de pólvora prensada y una lámina de talco. Sólo cuando las llamas del cartucho propulsor le alcanzan, se quema esta galleta de pólvora (con un cierto retraso para evitar que explote demasiado cerca por accidente) Este pasador tiene una longitud tal que, mientras la granada esté dentro del cañón, no puede moverse. De este modo actúa como seguro de ánima para evitar accidentes por fallo del cartucho propulsor.

Finalmente, cuando se ha quemado la galleta de pólvora y la granada ha salido del cañón, el pasador sale liberando el conjunto pistón-multiplicador. Al impactar contra el blanco con una fuerza suficiente, este conjunto vence la fuerza del muelle (azul) y avanza por el tubo hasta impactar contra la aguja percutora si está en posición de fuego.

Más información sobre el sistema Valero, con fotos gráficos y enlaces a las patentes originales en la web de AMONIO.ES

	Aguja percutora (derecha) y contenedor del fulminante y multiplicador (izquierda tras el cartucho de 9x19 Parabellum) Se aprecia el agujero por el que el pasador del seguro de ánima lo mantiene bloqueado. En la foto superior el tapón con la aguja percutora en posición retraída. en la inferior, la aguja se ha separado del tapón liberando las dos medias cañas (solo aparece una en la foto) que le impedirían el retroceso.
	Dos granadas de mortero sistema Valero mod. 1932 de 50mm. La superior conserva restos de la pintura original gris y ha perdido el pasador del seguro de ánima. En la inferior se observa este pasador en su lugar. Ésta además monta una cola totalmente de latón. Morteros con diversas piezas de latón en lugar de acero fueron relativamente frecuentes en las armas republicanas. Al parecer puntualmente había escasez de piezas de acero y se suplía con otras del más caro y escaso latón.