Al principio de la guerra civil se produjo una importante escasez de toda clase de suministros bélicos, también de granadas de mano.
En la zona de Madrid se estableció el 5º Regimiento. Fueron unas milicias voluntarias dependientes del partido comunista, pero también fueron mucho mas: impulsaron actividades recreativas, culturales y educativas y se encargaron de la organización de un eficiente abastecimiento para sus tropas.
Entre otras cosas crearon y fabricaron decenas de miles de granadas de mano 5º Regimiento. Son lo mas simple que puede ser una granada, parecidas a otros explosivos de circunstancias como las granadas asturianas de mecha.
Son simples tubos de hierro, cortados a la misma medida -más o menos, hay importantes variaciones- con dos tapas del mismo metal unidas con un simple perno (a veces una de ellas soldada) rellenas de pólvora y con una mecha con un detonador. Al tubo se le torneaban unos pequeños rebajes para facilitar la fragmentación de metralla y solía soldársele un trozo de alambre para permitir llevar la granada colgada del cinturón. Ocasionalmente llevan una cantidad de piedras, trozos de hierro o incluso balas en su interior para producir más metralla.
Sobre estas líneas, esquema de los dos tipos principales de estas granadas: con ambas tapas lisas y la inferior soldada o con la tapa superior troquelada y ambas sujetas con un perno pasante. Aunque la mayoría llevan una tuerca cuadrada, muy habituales en la época, también las hay hexagonales. Ambas imágenes extraídas del excelente trabajo de investigación realizado por Antonio A.R. y Javier B. de C. y de F y publicado en la web de AMONIO
