La
primera ametralladora conocida fue patentada por James Puckle
en 1718. De avancarga y pedernal, tenía tambores separables
con 7 o 9 recámaras y en las pruebas oficiales llegó
a la asombrosa cadencia de 63 disparos en 7 minutos (un tambor
de 9 tiros por minuto). No tendría cabida en estas páginas
si no fuese porque tenía dos versiones: una "convencional"
para los enemigos de su patria y otra con balas cuadradas -se
supone que más dañinas- para luchar contra los
"infieles turcos", enemigos de su Fé. He preparado
una página sobre esta ametralladora
Puckle. |
El
predecesor de los cartuchos metálicos: Dreyse con cuerpo
de papel, la bala totalmente oculta dentro del cuerpo (en la
foto una segunda bala se muestra junto al cartucho) y pistón
entre la pólvora y la bala, con lo que la aguja debe
ser larga y atravesar el culote de papel y toda la carga de
pólvora. Mas información en SIN
VAINA. FOTO: JEAN RENARD |
Cartucho
calibre .450 Needham, para
rifle de tambor y carga frontal. FOTO: CHARLY
|
Cartucho
11 mm Riera de aguja de 1852.
Raro cartucho sin vaina, de aguja y fuego central. En la página
hay más detalles del mismo, esquema y proceso de fabricación.
FOTO: HENRI |
Cartucho
calibre .50 Gallager 1º modelo (1860). Mas
información sobre el arma y los cartuchos. FOTOS
y GRÁFICO: JEAN RENARD
Cartucho
calibre .50 Gallager modelo 1863-1865. La mejora patentada
consiste en que el cartucho de latón está envuelto
en papel. Eso permite extraer el cartucho más facilmente.
FOTOS: JEAN RENARD |
Cartucho
.56 Billinghurst
Requa. Uno de los pioneros, de fuego externo. La pólvora
se inflama con el fuego que entra a través del agujero
del culote. Se utilizó entre 1861 y 1865 en una peculiar
ametralladora de hasta 40 cañones. Tenemos más
datos, fotos del arma y medidas. FOTO: JEAN
RENARD |
Cartucho
de fuego externo .54 Burnside.
La ignición externa se propaga a través de un
agujero en la base. El anillo ensanchado en la base de la bala,
contiene únicamente grasa para el proyectil. FOTO: CHARLY |
.450
Deane & Adams Dustbin. Otro cartucho de fuego externo.
En este caso, se extrae la tapa (a la izquierda, con una anilla
para unir varios cartuchos) y se inserta en el cañón.
La pólvora queda protegida por una segunda tapa de papel
nitrado. FOTO: EDUARDO |
Más
difícil todavía. Los cartuchos Crispin de fuego
anular. Cuando un objeto alcanza la madurez, al ver el resultado
siempre se piensa porque nadie había caído antes
en él. Este es el caso de este predecesor de los cartuchos
de fuego anular que conocemos. Un .44 Crispin con el anillo fulminante
en el centro de la vaina. Como es lógico, esta disposición
obliga a hacer una recámara muy artística. Podéis
apreciar a la derecha un fusil Crispin de cañón
basculante abierto. Se aprecia la media recámara del
cajón de mecanismos. La otra media está en el
cañón. Si alguien quiere tener un fusil realmente
original, el
de la foto está en venta. Cartucho .50 Crispin, FOTO:
JEAN RENARD |
Otra
perla de la inventiva: un cartucho parecido a un Lefaucheux,
pero con la aguja totalmente interna. Ni idea de como construían
el cartucho. A este modelo, diseñado por el armero Schubarth,
le llamaban el huevo Schubarth por razones obvias, y su difusión
fue muy reducida. En la actualidad es una pieza cotizadísima
de colección. ACME nos ha
conseguido una foto para los más incrédulos. |
No
es un preservativo reutilizable. Es un cartucho calibre .32
Williamson Teatfire. Para los que no dominen el idioma de
Shakespeare, teatfire significa "fuego por el pezón",
y se encienden cuando el martillo machaca el abultamiento con
esa forma. Más fotos, datos y esquemas en la página
correspondiente. FOTO: DOMINGO |
Cartucho
9x41 Treuille de Beaulieu o"Munition des cent Gardes"
modelo 1854. Como demuestra la radiografía, es un cartucho
de tipo Lefaucheux pero con la aguja interna. Gráfico
con las medidas. Lo creó el Sr. Treuille de Beaulieu
a petición del futuro emperador Napoleón III para
su escuadrón personal (Escuadrón de los 100 guardias).
El arma es peculiar, disparando a culata abierta (el percutor
es solidario con la culata, de modo que solo en el momento del
disparo queda cerrada ésta. Fotos y gráficos del
arma en http://www.alienor.org/ARTICLES/Fusils/essai09.htm.
FOTOS: JEAN
RENARD |
Cartucho
para revólver Raphäel o Pidault & Cordier de
1860. Uno de los pioneros en fuego central. Pistón interno,
y yunque apoyado en la bala. Mas información en los calibres
8x12
y 12x13mm.
FOTO: JEAN RENARD |
Cartucho
11.5mm Javelle
de 1860. Tiene varias particularidades novedosas, pero sin continuación
en la historia: Pistón interno, aguja percutora interna,
y vaina en ESTAÑO FUNDIDO. FOTO: JEAN
RENARD |
Muchos
cartuchos de los primeros tiempos se fabricaron con vainas semimetálicas,
como este enorme 13x87R
para ametralladora de 25 cañones De Reyffe. Aparte del
menor coste, la flexibilidad del papel/cartón mejoraba
la estanqueidad a los gases en el momento del disparo. Hoy parece
un detalle poco importante, pero las tolerancias de la fabricación
semi artesanal de la época aconsejaban este tipo de medidas.
FOTOS: JEAN RENARD |
Cartucho
.36 Thuer. Diseñado en 1868, es parte de la conversión
de revólveres Colt de fuego anular a fuego central. FOTO:
JEAN RENARD |
No
está arrugado, es así. Este cartucho .577-.450
Martini-Henry 1871 está formado por un culote al
que se le ha soldado una chapa de latón enrrollada para
formar el cuerpo. El agolletamiento se produce reduciendo el
diámetro del tubo y produce arrugas con el material sobrante.
Bastantes cartuchos de pólvora negra se fabricaban asi
cuando no habia en el país fábricas con maquinaria
apropiada o su producción era insuficiente. Generalmente
estos cartuchos con vaina de lámina enrrollada se destinaban
a las unidades de retaguardia o policiales, ya que los de vaina
"sólida" son de mayor calidad. FOTO: CHARLY |
La caja reza "Corchos detonantes" y el nº de patente. En su interior, estos pequeños tapones de corcho ligeramente cónicos y con un agujero relleno de mezcla fulminante en la parte estrecha (15.1mm de longitud, 14.6 y 16.2mm de diámetro). Todos los corchos estaban encolados a un papel por cada cara para manternerlos unidos hasta el momento del uso, en que se cortaba. Se usaban en las escopetas de aire de juguete y al impactar contra una pared u objeto duro explotaban. FOTO: TET |
La
fabricación industrial de vainas de latón es
un proceso delicado que requiere utillaje de precisión.
De ahí que en los tiempos de la pólvora negra
se utilizasen vainas de latón enrrolado con culotes
postizos.
Junto a estas líneas tablero con los pasos del proceso
de fabricación de vainas calibre 7.92x57 mauser, completas
y en sección. El cartucho final lleva el marcaje FNP
7.92 952.
FOTO:
PHIL |
Cuadro con todos los pasos del proceso de fabricación de balas del 7.92, completos y seccionados.
Realizado con material de alguna industria de guerra levantina -ignoramos si catalana o valenciana- durante la guerra civil española. FOTO: SERRA GROSSA |
"Manufactura del cartucho metálico de 14'4 mm en Toledo" Así reza el cartel de esta extraordinaria panoplia con muestras de todos los pasos realizados para la manufactura del 14.5x42 R Berdan.
Estuche en madera labrada con carteles indicativos de cada pieza. Desgraciadamente faltan 3 pasos del embutido sin recocer y un proyectil.
Pulsando sobre la imágen se descargará la misma foto a muy alta resolución, para poder observar los detalles. FOTO: ANTONIO |
Panoplia con todos los paso del proceso de fabricación de un cartucho calibre 7.62x39 de la estadounidense BELL (Brass Extrussion Laboratories Ltd.)0 FOTO: VLAD |
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Cartuchos
semimetálicos de pólvora negra diseñados
específicamente para su uso en bastones-pistola.
En este caso dos ejemplares de 7x28R
mm, de bala y perdigones. El fulminante no está
a ras de culote sino unos mm más profundo, en una
configuración peculiar. FOTOS: DOMINGO |
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Cartuchos
Bergmann Nº 2 y Nº 3 modelo 1894 sin ranura de extracción.
De ambos tipos hay la versión 1896, idéntica pero
con ranura. FOTOS: JEAN
RENARD |
Cartucho
experimental .45 Francotte - .45 Despree con ranura extractora
interna. Existen varios modelos y calibres, correspondiendo
este a uno de los cartuchos con la vaina construída en
dos piezas. Estos experimentos fueron llevados a cabo por el
armero Belga Auguste Francotte en la década de
1920 (las patentes son de 1925 y 1926). El sobrecoste de mecanizar
ranuras internas y construir extractores complejos para no obtener
una ventaja clara en ningún aspecto hizo que se abandonase
esta línea de investigación. En 1984, tras la
venta de la antigua fábrica Francotte de Lieja aparecieron
ejemplares en calibre 5, 6, 7 y 9 mm y .45". FOTO: JEAN
RENARD |
Cartucho
inerte de manipulación. Sirve para enseñar a los
reclutas a utilizar un fusil sin arriesgarse a sufrir accidendes.
Habitualmente son cartuchos normales pero vaciós o lastrados
con arena, o macizos de latón. Siempre con marcas para
no confundirlo con un cartucho de guerra. El ejemplar de la
foto, en calibre 8x50 R Lebel, es muy inhabitual: cuerpo de
madera con culote y bala -los elementos que sufren mayor desgaste-
en latón. FOTO: JEAN RENARD |
La
ametralladora alemana MG-15 podía montar un curioso
cargador de tambor doble con capacidad para 75 cartuchos calibre
7.92x57. Para cargarse, deben forzarse sus dos ejes con una
manivela. Un potente muelle transporta los cartuchos a través
de su recorrido helicoidal. Pero el empuje se transmite a
través de una cadena formada por cuatros falsos cartuchos
unidos por un eslabón de cadena en su centro. Estos
cartuchos tienen la forma de uno ordinario con el culote recortado
y son de acero macizo (los de los extremos) y de aluminio
macizo (los dos centrales). En las imágenes, comparación
con dos cartuchos normales, vista de los culotes y cargador
(casi) completo. Proceden de recuperación, por lo que
están muy deteriorados. FOTOS: MILITARIA.ES
Dos detalles de uno de estos "doppeltrommel MG-15"
en que se aprecia la situación y función de
los falsos cartuchos. FOTO: FX |
Cartucho
autopropulsado de 9mm AUPO Benelli.
La envuelta de la bala se prolonga formando la vaina, que continene
la pólvora. El culote está cerrado con un opérculo.
El fulminante se aloja en la parte media de la vaina y es percutido
perpendicularmente. FOTO: JEAN RENARD |
Cartucho
5.7 mm VOERE sin vaina y de ignición eléctrica.
En vez de golpear el pistón, el fusil lleva un interruptor
y una batería. FOTO: ACME |
Cartuchos
Dardick, o Dardick "TROUNDS" (Contracción
de Triangular y Rounds). Se han hecho de muchos tipos y calibres:
en la foto un modelo "convencional" con una bala
y otro con 3 balas (.17 Machine gun TRIPLEX, vaina azul).
Incluso existen cartuchos que son adaptadores para disparar
en armas Dardick cartuchos del .22LR, .38 Sp o 9 Parabellum.
En
la imagen puede verse la forma en que funciona un "revólver"
sistema Dardick, sin una recámara convencional. La
simplicidad del diseño básico permitía
pensar que podrían hacerse ametralladoras con este
sistema de alimentación que permitiesen una mayor cadencia
de fuego que las habituales. En la práctica no dieron
el resultado deseado. FOTO: Tony
Williams.
|
Cartucho
.30 Hivap. FOTO: CGL |
Vainas
plegadas ("Folded Ammo"). Entre 1965 y 1990, varios
equipos de ingenieros acometen la tarea de crear un cartucho
mucho más corto de lo habitual pero con la misma potencia.
Eso permitiría diseñar armas automáticas
con un cajón de mecanismos mucho más corto e incluso
reducir el retroceso. Se ensayaron varios calibres, entre 5
y 35 mm y varios tipos de bala, incluidas "flechettes".
El elevado coste de fabricar vainas de este tipo y sustituir
las armas convencionales ha hecho que prácticamente se
haya abandonado esta idea.
En la imagen un 5.56 con vaina de aluminio (tambien se fabricaron
vainas plásticas) de CHARLY |
Cartuchos
Hugues
Lockless XPL. Fabricados en varios calibres desde 5.56 hasta
30mm. Vainas muy ligeras y económicas, cargadores de
gran capacidad, armas ligeras y de alta velocidad de fuego son
sus ventajas. Desconocemos sus inconvenientes, pero en la práctica
han desaparecido del mercado sin haber llegado a implantarse.
FOTOS: EDUARD |
"El
mundo Militar - Revista decenal ilustrada" en su edición
del 20 de abril de 1913 muestra los últimos progresos
en armamento contra dirigibles y aeróstatos. La bala
es "del calibre de 11 milímetros correspondiente
al antiguo fusil alemán modelo 1874". Su funcionamiento
es muy simple ¿?. Al salir de la boca del cañón,
las garras de la bala se abren (fig.2). Cuando topan con la
tela del globo, las garras se mueven hacia atrás (fig.
3) liberando el percutor que enciende una composición
incendiaria que inflama el hidrógeno del globo. Además
poseen una punta especialmente afilada para poder atravesar
la tela. FOTO: MILITARIA.ES |
.44 Mabekö Magnum. Este cartucho -y otros muchos parecidos- es un simple divertimento sin aplicación práctica. Es una vaina del .44 Rem Mag. ensanchada y agolletada "al revés" para poder meterle una bala de diámetro mucho mayor. FOTO: SÁNDOR |
Cartucho para marcar ballenas con fines de investigación.
La flecha tiene punta de plomo de 40 x 18.5 mm y un cuerpo de
aluminio de 273 x 15.75mm con las indicaciones pertinentes.
La vaina es normal del calibre 12, pero sin perdigones. Marcaje
de FIOCCHI idéntico al DQ0007. FOTO: CHARLY |
Cartucho
para pistola subacuática SPP-1M de fabricación
rusa. Más información en la página del
4.5x40R SPP-1M.
FOTO: JEAN RENARD |
Parecido
externamente al anterior, este es más sofisticado. Lleva
juntas de plástico en el pistón y en el cuello.
Pero lo más sorprendente es que esta diseñada
para usarse en un fusil de asalto submarino. Mas información
y fotos del arma en la página de este 5.66x39.5
APS. FOTO: JEAN RENARD |
Para
abaratar el entrenamiento, a veces se reentuba el cañón
de un fusil reglamentario para admitir balas del .22 LR (u otros
calibres pequeños) y se utilizan unos falsos cartuchos
para adaptar este cartucho al cargador y la recámara
y de paso convertir la percusión central en anular. En
este caso, un 7.5x54 Mas a .22LR. Tambien tenemos de 7.65x53
argentino. En 7.92x57 se hicieron unos que disparaban un cartucho
específico del .22 de fuego central. |
Cartucho
inerte aliviapercutores. Para obtener los mejores resultados,
el tirador debe practicar continuamente. Especialmente delicado
es el momento de apretar el gatillo. Para mejorar la técnica,
un buen sistema es practicar en casa disparando sin cartucho
en la recámara. Esta práctica, sin embargo, somete
a gran tensión a aguja martillo y percutor. Para reducirla,
hay cartuchos inertes con el pistón sustituido por goma,
fieltro, o, como en este caso, por un tope de latón unido
a un fuerte muelle. Se fabrican también con cuerpo de
aluminio. |
Adaptaciones
circunstanciales por motivos eminentemente prácticos:
cartuchos del .22 Magnum y plano de un .22LR convertidos a fuego
central y recargables. Ambos realizados por un aficionado con
sólidos conocimientos que adaptó además
el arma. |
Dardo
anestésico reutilizable, de uso en veterinaria. Se
desenrosca y rellena con la dosis adecuada de anestésico
o medicación según el peso del animal. Se dispara
desde una pistola especial (creo que de aire comprimido o
CO2). Los "pelos" del culote sirven de estabilizador
en vuelo. Se usa con animales peligrosos enjaulados. Para
distancias mayores -animales salvajes o escapados- existen
dardos parecido que se usan en fusiles normales con cartuchos
de fogueo. El medicamento se inyecta por su propia inercia,
siendo innecesario el uso de émbolo para empujarlo.
FOTOS: DOMINGO |
Otro
modelo de dardo anestésico
desmontado, marca DIST-INJECT.
De arriba a abajo y de izquierda a derecha: cuerpo de aluminio
para el medicamento, cola con plumas estabilizadoras y juntas
tóricas, cierre delantero con aguja hipodérmica,
cartucho de .22 de
fogueo para propulsion y falso cartucho a medida de la recámara
del rifle utilizado. En este falso cartucho se inserta el propulsor
desenroscando por la parte media. Incluye asimismo la conversión
de fuego central del rifle a fuego anular del cartucho propulsor.
FOTO: KOKO |
Caja de dardos anestésicos desechables, con indicación de cómo regular la mira específica en función de la distancia y el cartucho propulsor empleado. FOTO: KOKO |
Dos modelos de dardo anestésico: uno desechable de plástico y 3.5ml y otro de aluminio reutilizable de 5 ml.
Bajo ellos, cinco cartuchos propulsores de distinta potencia, identificados por el color de su culote.
|
"CARTUCHOS
M.G. 50 Cartuchos neumáticos calibre 7.5 mm cargados
con perdigón endurecido. Industrias Martínez,
Pozoblanco (Córdoba). Patentados". Eso pone en
la caja.
Conseguí hablar con el fabricante, pero me indica que
ya no los producen. Para un correcto funcionamiento, debe
ampliarse con un taladro el diámetro de los últimos
centímetros de cañón e introducir allí
uno de estos cartuchos de al menos 6 mm de calibre (se hicieron
en bastantes medidas). Los de 4.5 y 5.5 pueden introducirse
en el lugar del perdigón normal, pero los pocos perdigones
que alberga lo hacen ineficaz según el fabricante.
Como puede apreciarse es un contenedor de plástico
translúcido conteniendo perdigones y cerrado con una
capa de resina. Sus dimensiones son 7.5 x 15 mm.
FOTO: MILITARIA.ES
ELFO
nos envía fotos de una caja moderna de este tipo de
cartuchos para el calibre 4.5 mm, mucho más habitual.
Sólo se diferencian en el tamaño, 4.5 x 14.5
mm. |
ELFO
encontró cartuchos de 7.92x57 sin disparar a los que
se había extraído la bala y en su lugar había
un taco de papel de periódico y piedrecitas. Lo atribuyó
a un experimento aislado, pero ahora ha encontrado un peine
completo.
Ex-combatientes de otros frentes le han explicado a JMP
que esto era una práctica habitual. Aun siendo conscientes
que causaban daños al ánima del fusil, los utilizaban
para abatir pequeños animales -liebres y conejos principalmente-
que complementasen las escasas y poco variadas raciones que
recibian. |
En
el foro de DETECTOMANIA.COM,
encontramos este cartucho de FERRUM.
Es un cartucho de 7.62x54R ruso encamisado en el interior de
medio cartucho. Este tipo de incidentes es frecuente. Se produce
cuando un cartucho se introduce en una ametralladora con el
cañón excesivamente caliente. El cartucho sufre
una sobrepresión importante y puede quedar bloqueado.
Cuando
el extractor tira del culote, la vaina puede partirse por la
zona más débil, saliendo sólo el culote
y parte del cuerpo. El siguiente cartucho queda empotrado en
los restos del anterior, no llegando a entrar completamente
e impidiendo el acerrojamiento del arma. Para que no nos acusen
de partidistas, FERRUM nos envía
la prueba de que estos incidentes se producían también
en las ametralladoras italianas. |
Tres cartuchos encasquillados (y posteriormente inutilizados perforando la vaina debido a la legislación rusa de coleccionismo). FOTO: ALEXEY |
CLEMEN
nos
envía varias fotos de cartuchos completos machacados.
Lo atribuímos al encasquillamiento de una ametralladora
en que el cartucho anterior no llega a ser extraído y
el nuevo queda aplastado entre el cierre y culote anterior.
Quizás por rotura de la uña extractora o por insuficiente
tensión de la misma para extraer el cartucho bloquado.
¿Alguien puede confirmar o desmentir nuestra teoría?. |
Por el peculiar modo de funcionamiento de la ametralladora Oerlikon de 20x110 mm, si el cargador no está correctamente insertado o su muelle ha perdido tensión el cartucho puede entrar de lado y sufrir graves daños al ser empujado por la corredera, como en este caso. Mas información en el foro de la IAA. FOTO: VLAD |
Este
cartucho que encontró TOMY
nos tenía desorientados. Lo que aparenta ser una vaina
de 6.5x52mm italiano por forma y marcajes, resulta tener un
cuello totalmente diferente. Finalmente RODOLFO
G.VILLARROEL nos ha sacado de dudas: es un cartucho
normal de 6.5x52 disparado en un fusil de 6.5x54 Mannlicher-Schöenauer
M-1903 (reglamentario en Grecia) o su versión deportiva
de la que hubo algunos rifles en España. En cualquier
caso, la vaina se deformó hasta adaptarse a la recámara.
Afortunadamente para el tirador, las diferencias no son excesivas
por lo que arma y cartucho sobrevivieron al peligroso experimento.
En la página de 7.92x57
se expone un cartucho que muestra la misma confusión
pero en este caso un cartucho de 7.65x53.5 Belga/Argentino
fue disparado en un 7.92x57.
JOAN ha encontrado otro ejemplo,
con una veintena de cartuchos 7.92x57 aparentemente disparados
por una ametralladora calibre 8x59 Breda (el hombro empieza
a 49mm de la base, en lugar de 46 y en la zona han aparecido
más 8x59).
Sobre estas líneas, el caso más extremo que
hemos visto. La vaina de la parte superior es un 8x50 R Lebel
francés, la inferior un 7.62x54 R Mossin Nagant soviético...
¿y la de en medio? La pestaña y los marcajes
no dejan lugar a dudas, es un 7.62x54 R soviético terriblemente
deformado. Según todos los indicios, alguien disparó
este cartucho en un fusil 8x50 Lebel francés. La zona
del culote está muy reforzada y apenas ha sufrido cambios,
pero justo por encima el cuerpo se ha abombado tanto que parece
un extraño cartucho con ranura para arma automática.
Las tres vainas provienen de la misma zona y fueron disparadas
durante la guerra civil. ¿Fue un error del tirador
o un intento de apaño debido a la escasez de munición?
FOTOS: ELFO
Un caso problemático. Durante la Guerra Civil, algunas unidades estaban equipadas con fusiles checos Vz.24 calibre 7.92x57 y Vz.24, virtualmente idénticos, en calibre 7.65x53. Una pesadilla logística. En el fusil en 7.65x53 no entran los 7.92, lo que seguramente evitó accidentes graves. Pero el 7.92 podía disparar el 7.65 como se aprecia en estos ejemplares en los que el cuello es más corto porque se han deformado al dispararse en la recámara del 7.92 FOTOS: TORRE GROSSA |
No solo en la Guerra Civil Española se dispararon cartuchos con el arma equivocada. LESZEK nos envía estos cartuchos hallados en Polonia. El superior es un 7.62x54 R Mosin, el inferior un 8x50 R Lebel y el de en medio un .303 British disparado en un fusil que no le corresponde, probabemente un 8x50 R Lebel. Detalle de su marcaje. |